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TESTIGO DE LA DIGNIDAD DE VENEZUELA, GANA EL PREMIO CERVANTES 2022

«Trabajo cada día en mis poemas... la lengua es la patria del escritor»



El timbre del teléfono rompe el silencio que acompaña a Rafael Cadenas desde la partida de su compañera de toda la vida, su esposa Milena, en 2017. Desde entonces vive en su departamento de siempre, en un barrio del sureste de Caracas, acompañado por Andrea Nolasco, su nieta, profesora en un instituto.

Al otro lado, una refinada voz le anunciaba que había obtenido el máximo galardón de letra española, el premio Cervantes 2022 había recaído en el hombre de 92 años, que mantenía la lucidez intacta de los martines vivos de la democracia en una Venezuela que respira a dignidad.

Fulminado por la abrumadora noticia, solo unas palabras de agradecimiento se dejan escuchar del interlocutor.

Tan Solo atina a llamar a su entrañable María Fernanda Palacios, una de sus mejores amigas, quien le da un consejo sabio “tranquilo que lo de los premios puede volver loco a cualquiera” una carcajada se deja escuchar –y se ríe una vez más un hombre que tiene fama no solo de ser callado, lo cual es falso, puesto que es un extraordinario conversador, sino además muy serio y sobrio, pero se nota que hoy está tomado por el júbilo.

La precisión de la poesía, el pensamiento, el aforismo, la autobiografía, la política, la desnudez del estilo y la autodestrucción de una sociedad: con esas palabras se podría explicar la obra de Rafael Cadenas (Barquisimeto, 1930) , el poeta venezolano que ha sido elegido hoy Premio Cervantes, el más importante de las letras hispánicas. Cadenas es el quinto poeta seguido que entra en el palmarés del Cervantes después de las uruguayas Ida Vitale y Cristina Peri Rossi, y los españoles Joan Margarit y Francisco Brines.

 

Rafael Cadenas (Barquisimeto, 1930). Poeta, traductor y catedrático venezolano. Formó parte del grupo «Tabla Redonda» a comienzos de la década de los sesenta. Militó en el Partido Comunista de Venezuela. Sufrió cárcel y exilio durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y se refugió en la isla de Trinidad hasta el año 1957. Ha publicado los libros «Los cuadernos del destierro» en 1960; «Falsas maniobras» en 1966; «Memorial» en 1977; «Intemperie» en 1977; «Anotaciones» en 1983; «Amante» en 1983; «Dichos» en 1992, «Gestiones» en 1992; «Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística» en 1995 y «En torno a Basho y otros asuntos» (2016). Recibió la beca Guggenheim en 1986 y el doctorado Honoris Causa de la Universidad Central de Venezuela.

 

"Su obra es una de las más importantes y demuestra el poder transformador de la palabra cuando la lengua es llevada hasta el límite de sus posibilidades creadoras", dice el fallo del Cervantes. Cadenas "hace destilar de las palabras su esencia deslumbrante, colocándolas en el territorio dual del sueño y la vigilia, y haciendo que sus poemas sean una honda expresión de la existencia misma y del universo, poniéndolas también en una dimensión que es a la vez mística y terrenal".



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